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Descubre como mejorar tu digestión y su influencia en tu bienestar

La digestión es una de las tareas esenciales que realiza tu organismo, y aunque no te lo parezca, tiene que ver mucho que ver con tu vitalidad. A través de este proceso, se descomponen los alimentos, se aprovechan sus nutrientes y se expulsa todo lo que tu cuerpo no necesita. Esto significa que te provee de la energía necesaria para seguir funcionando, y que todo debe desarrollarse correctamente para que te puedas sentir a tope. Si quieres saber qué puedes hacer para mejorar tu digestión y estar al máximo, sigue leyendo. ¡Tenemos mucho que contarte!

Un error que solemos cometer es normalizar las molestias digestivas. Pese a que son comunes y es habitual tener digestiones más fáciles que otras, debemos procurar que todo avance correctamente. En el caso de que los problemas sean recurrentes, no dudes y consulta a un especialista, que podrá ofrecerte soluciones específicas para tu caso.

En líneas generales, eso sí, hay medidas sencillas que puedes tomar que contribuyen a mejorar tu digestión. Si lo logras, te sentirás mejor física y mentalmente, porque tu cerebro funcionará a pleno rendimiento y evitarás las sensaciones de estrés y ansiedad que aparecen si te encuentras mal. Eso, a su vez, optimizará todo el proceso, que se realizará de manera adecuada y sin impedimentos.

A continuación, encontrarás algunas recomendaciones para ayudar a tu organismo a realizar digestiones ligeras y saludables. Y si te has propuesto mejorar tu plan alimenticio para reforzar tu vitalidad, puedes descargarte este ebook. En él encontrarás una guía detallada sobre alimentación y muchas herramientas para ayudarte a diseñar tu dieta ideal:

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7 consejos que puedes aplicar para mejorar tu digestión

  1. Mantén una dieta variada y equilibrada

La alimentación tiene un impacto trascendental en nuestro bienestar, y la digestión está directamente relacionada con lo que comemos. Una dieta variada y equilibrada te asegurará la ingesta de nutrientes, prebióticos y probióticos, sustancias esenciales para el equilibrio de tu flora intestinal o microbiota. De la misma manera, quedarán limitados o eliminados de tus menús las grasas saturadas, los azúcares y los elementos procesados en exceso, que dificultan las digestiones y que a largo plazo tienen efectos negativos para tu organismo.

  1. Haz varias comidas ligeras al día

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Lo que comes es determinante, pero cómo lo haces, también. Hay alimentos más fáciles de digerir cocinados, y otros que aprovecharás mejor al natural o cuanto más crudos mejor. De la misma manera, siempre será más fácil la digestión de un plato ligero, por lo que esto puede ayudarte a organizar tus menús. 4 o 5 comidas al día, en porciones pequeñas, te permitirán mantener a raya el hambre y evitar los atracones. Así, tu sistema digestivo podrá trabajar a su ritmo y de manera eficiente, sin sobrecargas debido a las grandes cantidades.

  1. Conoce tu cuerpo

Conocerte tiene recompensa, también en lo que a digestiones se refiere. Haz tuyas advertencias generales, como regular el consumo de sal, que favorece la retención de líquidos y puede provocar sensación de hinchazón, y de picante, que puede dificultar la digestión. Pero fíjate bien también en alimentos concretos que no te sienten bien, e igualmente en aquellos que nunca te suelen dar problemas.

  1. Bebe agua

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Hidratarse contribuye al funcionamiento normal del organismo y también a una buena digestión. Beber agua ayuda a descomponer los alimentos, a absorber sus nutrientes y a depurar sustancias tóxicas. Para mantener tu hidratación a lo largo del día, otras bebidas basadas en este líquido, como los tés y las infusiones, también son alternativas interesantes.

  1. Come despacio

Comer despacio y masticar bien los alimentos es otra táctica efectiva para mejorar tu digestión. Esto se debe a que así evitarás tragar aire y trozos de comida poco triturada, aspectos que exigen más a tu sistema digestivo. Es por ello que es recomendable a menudo comer en una posición adecuada, es decir, con calma y comodidad, y sin prisas, para evitar digestiones pesadas y para obtener una mayor sensación de saciedad.

  1. Incorpora más fibra a tu dieta

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La fibra es un nutriente fundamental para tu digestión, ya que, entre otras cualidades, estimula el movimiento intestinal y favorece la sensación de saciedad. No hace falta que te compliques para incluirla en tu dieta, porque como bien sabes, basta con incluir algunos alimentos con frecuencia. El kiwi, los frutos rojos, los frutos secos, los cereales integrales, los vegetales de hoja verde, las manzanas, las peras o las semillas de chía, lino y girasol son algunos ejemplos que pueden serte de utilidad.

  1. Respeta el tiempo de tus digestiones

La digestión es un proceso complejo, y por ello conviene dejar un tiempo a tu organismo para que pueda llevarla a cabo sin distracciones. Invertir energía y esfuerzos en otras actividades, como el ejercicio físico, o desconectar demasiado, como irte a dormir, no son buenas opciones tras haber comido. Para no padecer hinchazón o pesadez, no te dejes llevar por las prisas, y procura que en tu calendario haya hueco para comer y digerir relajadamente.

 

Los pequeños detalles pueden darle un impulso a tu vitalidad, y eso aplica cuando tratas de mejorar tu digestión. Cuidar tu alimentación y tu descanso y hacer ejercicio regularmente son buenas opciones para darle apoyo a tu organismo, así como trabajar para una adecuada gestión de las emociones. Si mantienes el equilibrio, tu sistema digestivo será uno de los grandes beneficiados. Si quieres conocer más ventajas de invertir en hábitos saludables y obtener más recursos para cuidarte, regístrate en Espacio Vitalidad.

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