¿CÓMO PUEDO MEJORAR LA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES?

La gestión de las emociones significa controlar las reacciones que tenemos a nuestros pensamientos. ¿Puedo gestionar mis emociones hasta llegar a controlarlas?

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que responden a ciertos estímulos como un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante. Por lo tanto, son totalmente subjetivas, pero su gestión te ayuda observar tu salud emocional y te ofrece herramientas para que puedas llegar a controlarlas en distintas situaciones de tu día a día. Además de fortalecer tu vitalidad.

Del mismo modo, tampoco aparecen o desaparecen cuando tú lo decides. Las emociones en sí no son malas o buenas, pero debes analizarlas en la medida en que afectan a tu paz interior.

Dicho esto, ¿es posible tener gestión de tus emociones o debes aceptar que dominen tus actos? Sigue leyendo si quieres conocer algunos consejos para la gestión de emociones que pueden servirte en tu día a día.

CLAVES PARA MEJORAR LA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL AYUDA

Un apoyo para la gestión de las emociones es la inteligencia emocional. ¿Qué quiere decir inteligencia emocional?Es la capacidad que tenemos las personas para percibir las emociones tanto propias como ajenas, así como comprenderlas y regularlas. Ayuda a que identifiques y entiendas tus propios estados de ánimo.

Gestionar las emociones de manera inteligente significa canalizarlas para mantener el equilibrio y la armonía. Gracias a ello, puedes lograr una fuerza positiva para ti mismo y para todos los que te rodean. Así evitamos que tus emociones te quiten vitalidad y fundamental.

Implica conocer cuándo y por qué estás enfadado, nervioso o triste, y actuar sobre las causas y no sobre los síntomas. Para aprender a gestionar las emociones lo importante es que sepas interpretar el mensaje que comunica cada una de ellas. Son una guía para saber que algo sucede y que esto debe afrontarse.

En aquellas ocasiones en las que veas que te diriges hacia un estado emocional negativo, las siguientes técnicas pueden ayudarte a frenar este tipo de reacciones y a la gestión de emociones.

CONOCE TUS EMOCIONES

El primer paso para aprender a controlar y gestionar tus emociones es conocerlas. Dedícale el tiempo que necesites a identificarlas y a conocer cuáles son las que te generan distintas situaciones a las que te enfrentas en tu día a día, tanto en el trabajo, como en tu vida personal.

Para la gestión de emociones, es necesario que primero hagas una lista con los comportamientos que crees que necesitas resolver. Tu motivación de vida pueden ser la vitalidad y el bienestar. Es normal sentir alegría, tristeza, miedo o enfado, pero piensa como puedes enfrentarte a ellos la próxima vez. 

Aprender a gestionar las emociones de manera inteligente implica estar plenamente despierto. Al principio puede resultarte difícil, pero los beneficios que te generan después hacen que valga la pena.

INTENTA RECORDAR TUS VIRTUDES Y NO TUS DEFECTOS

Muchos de nuestros pensamientos surgen de manera mecánica. Recordar tus puntos fuertes es una de las mejores estrategias para gestionar tus emociones. Consiste en pensar en lo que te ha provocado esa emoción pero eliminando su significado negativo su significado negativo.

Por ejemplo, si tienes una reunión y no puedes controlar tus nervios, canaliza tus emociones pensando en lo mucho que te has esforzado / preparado para que la reunión salga bien y piensa en positivo.

La gente con mayor control emocional utiliza la autoafirmación cuando la intensidad de sus emociones todavía es baja. Es decir, te auto convences de que tú mismo eres quien tiene sus propias capacidades, habilidades y virtudes para salir adelante.

ESCRIBE UN DIARIO DE TUS EMOCIONES

Mantener una especie de diario de vitalidad sobre lo que sientes en algunas situaciones, te ayudará a reducir la recurrencia de pensamientos negativos.

Escribir en un diario tus pensamientos más profundos ha demostrado ser eficaz tanto a nivel psicológico como físico. Así que, ¡puedes escribir frecuentemente!

LA CLAVE ESTÁ EN LA CONSTANCIA

Como bien dice el dicho, la práctica hace al maestro. Al principio, puede que los resultados sean sutiles, pero si continúas con perseverancia, serán cada vez más perceptibles. Si pones en práctica estas técnicas, te ayudarán poco a poco a la gestión de tus emociones.

Es posible que con algunos sentimientos te cueste un poco más, pero con constancia llegarás a controlarlo, ¡créeme! Todo depende de ti, y ahora ¡hay que ponerlo en práctica!