¿Cuáles son las diferencias entre macro y micronutrientes?

La alimentación es un factor clave para tu bienestar, y por eso no debes tomártela a la ligera. Una dieta saludable te proporciona beneficios significativos a nivel físico, mental y emocional, así que invertir tiempo y esfuerzo en organizarla tiene recompensa. Pero destierra los mitos, no es necesario estar todo el día pensando en lo que comes. Tener nociones básicas sobre el tema es un gran paso adelante, y complementarlas con el asesoramiento de un experto marcará la diferencia. Empecemos por una pregunta sencilla, ¿sabes cuáles son las diferencias entre macro y micronutrientes?

A estas alturas, lo que ya deberías conocer es el papel fundamental de los nutrientes sobre tu vitalidad, ya que aseguran el óptimo funcionamiento de tu organismo. Con una dieta variada y equilibrada, y basada en alimentos naturales, tu cuerpo obtendrá todos los que necesita, facilitándote la tarea de exprimir su rendimiento al máximo.

Si quieres construir una dieta equilibrada y rica en nutrientes, consulta nuestra guía para aprender a leer la información nutricional de las etiquetas de los alimentos. Gracias a esta infografía, sabrás por cuáles debes decantarte, y tomarás decisiones de forma más justificada y mucho más rápido. Recuerda que tu vitalidad se nutre de lo que comes:

Las diferencias entre macro y micronutrientes

Con las bases sentadas en cuanto a nutrientes y su importancia, volvamos a las diferencias entre macro y micronutrientes. La principal es la cantidad que necesitas de cada uno de ellos. Como su propio nombre indica, a tu organismo le hacen falta dosis más reducidas de micronutrientes, mientras que el aporte de macronutrientes debe ser mayor.

Además, sus funciones también son distintas, pero ambos son indispensables, ya que el déficit de alguno de ellos podría tener consecuencias negativas. Los micronutrientes, es decir, las vitaminas y los minerales, tienen funciones metabólicas, fisiológicas y reguladoras. En cambio, las misiones de los macronutrientes, que son los carbohidratos, las proteínas y las grasas, son principalmente energéticas y estructurales.

Ahora que ya conoces la teoría, vamos a pasar a la práctica, dándote algunas pistas para elaborar tu lista de la compra. Como te hemos explicado, un especialista en nutrición puede estudiar tu caso y darte recomendaciones específicas según tus necesidades concretas, pero hay tareas que puedes ir “adelantando”. Si organizas tus menús semanales incluyendo varios tipos de alimentos tendrás mucho ganado, porque la ingesta de nutrientes estará garantizada. Toma nota, ¡y empieza a mejorar tu dieta!

Los nutrientes esenciales que deben formar parte de tu dieta

Micronutrientes

Vitaminas

Las vitaminas son sustancias orgánicas que necesitamos en pequeñas cantidades, pero que son determinantes, entre otras cuestiones, para el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso, para fortalecer el sistema inmunitario o para absorber distintos elementos. Se clasifican en vitaminas hidrosolubles y liposolubles, y las puedes encontrar en muchos alimentos diferentes. Las frutas, las verduras, las legumbres, los lácteos o los alimentos con proteínas magras son fuentes de este nutriente.

Minerales

Al contrario que las vitaminas, los minerales son sustancias inorgánicas, que intervienen en numerosos procesos de nuestro organismo. Sus tareas son tan diversas como formar parte de estructuras como huesos y dientes, de hormonas o incluso del ADN, asegurar la funcionalidad nerviosa y muscular del cuerpo o mantener su equilibrio de líquidos. Se dividen en macrominerales y oligoelementos, y para obtenerlos tendrás que incluir en tus platos, por ejemplo, frutas, verduras, legumbres, lácteos, frutos secos o pescado.

Macronutrientes

Carbohidratos

Los carbohidratos o glúcidos se encargan de proporcionar energía a todas las células y tejidos del cuerpo, y también están implicados, entre otras tareas, en el funcionamiento adecuado de los sistemas nervioso y muscular. Habitualmente distinguimos entre hidratos simples, que hay que limitar, y complejos, cuyo consumo debería promoverse. Puedes encontrar hidratos de carbono en el azúcar, la leche, la miel, la fruta, el pan, la pasta, el arroz o los cereales y sus derivados

Mención aparte merece la fibra, que es un carbohidrato complejo que no puede ser digerido en su totalidad. La peculiaridad de este macronutriente es que no está implicado en la generación de energía, pero sí tiene beneficios para tu organismo. La fibra proporciona una sensación de saciedad, refuerza la función intestinal y previene problemas estomacales, además de regular los niveles de azúcar y colesterol en sangre.

Proteínas

Las proteínas son moléculas formadas por la unión de aminoácidos, que tienen funciones estructurales a nivel celular y, si se requiere, también energéticas. Aunque es más común encontrar este nutriente en alimentos de origen animal, también existen proteínas de origen vegetal. La carne, los lácteos, los mariscos y los pescados, los huevos, los frutos secos, las legumbres y algunos cereales pueden proporcionarte proteínas.

Grasas

Las grasas deben formar parte de tu dieta, pero debes consumirlas con moderación y existen algunos matices a tener en cuenta. Es conveniente evitar las grasas saturadas, y fomentar la ingesta de las monoinsaturadas y las poliinsaturadas, que mejoran los niveles de colesterol y refuerzan diversos aspectos de tu salud cardiovascular. Las grasas saludables se encuentran en frutos secos, aceites y pescados, y conviene limitar la ingesta de las que tienen origen animal.

Aprender más sobre las diferencias entre macro y micronutrientes te permitirá mejorar tus conocimientos sobre alimentación, lo que te ayudará a diseñar una dieta más completa y, a su vez, a poner a punto tu vitalidad y tu organismo. No descuides tus menús si quieres estar en plena forma, y recuerda visitar a un experto para obtener una planificación a medida. Entre tanto, para descubrir más recursos sobre alimentación y hábitos saludables, regístrate en Espacio Vitalidad.