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Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos: ¿con cuáles te quedas?

Existen multitud de opciones y rutinas de entrenamiento para la práctica de ejercicio físico. Seguro que, en muchas ocasiones, habrás oído hablar de una división entre ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. ¿Conoces las diferencias? Sigue leyendo y descubrirás en qué consiste cada uno de ellos, sus características y los principales beneficios que aportarán a tu organismo.

Y recuerda, moverte y hacer deporte tiene numerosas ventajas, ya que, entre otros aspectos, mejorará tu condición física y también tendrá un impacto positivo en tu bienestar mental. Descárgate este ebook para iniciarte en la práctica de ejercicio y potenciar tu vitalidad:

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¿Qué son los ejercicios aeróbicos?

Aunque hay actividades que pueden incluir ambos tipos, los ejercicios suelen distinguirse porque son predominantemente aeróbicos o anaeróbicos, y para ello se analiza cómo obtiene energía tu cuerpo. Si necesita oxígeno para quemar hidratos y grasas y así conseguir energía, hablamos de ejercicios aeróbicos. Por lo general, su intensidad es media o baja (aunque se puede regular y aumentar) y su duración es más prolongada.

¿Cuáles son los principales beneficios de los ejercicios aeróbicos?

  • Inciden positivamente en tu salud cardiovascular y mejoran tu capacidad física. La práctica de ejercicios aeróbicos producirá, entre otras cuestiones, la adaptación y mejora de tu organismo a nivel cardiovascular, respiratorio, muscular, metabólico y óseo.
  • Ayudan a combatir el estrés y a aumentar la producción de endorfinas, con lo que reforzarán tu estado de ánimo y tu autoestima. Esta es una ventaja que comparten con los ejercicios anaeróbicos, y que se asocia más a una intensidad elevada.
  • Reducen la grasa corporal.

Los ejercicios aeróbicos más habituales

Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos: ¿con cuáles te quedas?

  • Andar: Es el ejercicio aeróbico por excelencia. Si quieres que sea realmente efectivo, es importante que camines a un ritmo alto y que compagines trayectos llanos con subidas y bajadas.
  • Correr: Otro clásico y un tipo de ejercicio un poco más exigente que andar. Salir a correr te ayudará a mantenerte en forma. Adapta la intensidad del entrenamiento a tus posibilidades y, conforme vayas avanzando, incrementa el tiempo de duración.
  • Nadar: Un excelente ejercicio aeróbico en el que pones en movimiento prácticamente todas las partes de tu cuerpo. La ventaja de la natación es que se trata de una actividad muy completa que genera un impacto muy reducido en tus articulaciones.
  • Ir en bicicleta: Puedes practicarlo tanto en la ciudad, como en el campo o en el gimnasio con una bici estática o elíptica. Dedicarle un tiempo a pedalear mejorará tu sistema cardiovascular y, además, fortalecerás piernas y glúteos.
  • Deportes de equipo: En general, si practicas cualquier deporte de equipo estarás realizando un ejercicio aeróbico, ya que la mayoría de las disciplinas exigen correr de manera más o menos continuada.
  • Bailar, saltar a la comba o en camas elásticas: Las alternativas lúdicas también están consideradas ejercicios muy interesantes. De esta forma, sin prestar especial atención al entrenamiento como tal, pasarás un buen rato potenciando tu capacidad aeróbica gracias a los beneficios de la danza.

¿Qué son los ejercicios anaeróbicos?

Que los mayores beneficios para la salud se consigan con las actividades aeróbicas no significa que su contraparte no sea importante. Los ejercicios anaeróbicos se centran en los músculos y en sus reservas de energía sin depender del oxígeno de la respiración, y eso provoca que se caractericen por una duración más breve y una intensidad mucho más elevada.

¿Cuáles son los principales beneficios de los ejercicios anaeróbicos?

  • Son adecuados para trabajar y fortalecer el sistema musculoesquelético, es decir, para tonificar tu cuerpo. Al estar más en forma, podrás prevenir problemas musculares y óseos y evitar molestias o lesiones.
  • Incrementan tu masa muscular. Al poner el foco sobre la musculatura, te permiten desarrollarla a diferentes niveles. En función del tipo de entrenamiento, mejorarás fuerza y potencia o resistencia, flexibilidad y elasticidad.

Los ejercicios anaeróbicos más habituales

Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos: ¿con cuáles te quedas?

  • Levantamiento de pesas: Los ejercicios con cargas de peso son uno de los mayores exponentes cuando nos referimos a prácticas anaeróbicas. Existe una gran variedad de entrenamientos con pesas enfocados a trabajar y fortalecer grupos musculares específicos.
  • Abdominales, flexiones o sentadillas: Otro clásico como las pesas y con un evidente punto a favor. Con estas rutinas puedes reforzar zonas como pectorales, abdominales o glúteos, pero no necesitas ningún utensilio ni espacio concreto.
  • Sprint o carreras cortas: A diferencia de correr, el sprint o las carreras cortas requieren de un esfuerzo explosivo y de corta duración, por lo que también forman parte del grupo de ejercicios anaeróbicos.

 

Ahora ya estás un paso más cerca de ser un experto en ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. ¡Levántate, diseña tu rutina y haz ejercicio para mejorar tu vitalidad! Como has podido comprobar, no es necesario que te decantes por unas actividades u otras. Lo mejor es que organices un entrenamiento que combine ambos tipos, y que te enfoques, en función de tus necesidades, en el que responda mejor a tus expectativas.

En Espacio Vitalidad encontrarás múltiples propuestas para cuidar tu cuerpo. No olvides que prestando atención a tu alimentación y dedicando varias horas a la semana a la práctica de ejercicio físico, te sentirás mucho mejor. ¡Apuesta por una vida más saludable y no te arrepentirás!

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