Las mejores técnicas de comunicación asertiva verbal y no verbal

El significado más básico de comunicar es transmitir mensajes entre un emisor y un receptor a través de un canal, pero existen numerosos tipos de comunicación. Las técnicas de comunicación asertiva, por ejemplo, nos permiten expresarnos de forma clara, directa, honesta y respetuosa, sin transmitir agresividad ni generar conflictos. De esta manera, podemos compartir ideas y opiniones con mayor confianza, y forjar relaciones de calidad que harán crecer nuestros niveles de vitalidad.

Para comunicarnos asertivamente es fundamental aplicar la escucha activa. No basta con oír a nuestro interlocutor, sino que tenemos que prestarle atención, ponernos en su lugar y tratar de entenderle. Eso sí, esto no nos obliga a estar de acuerdo con todo lo que nos exponga. Se trata de mantener una actitud positiva y sincera en el acuerdo y en el desacuerdo, y aplicar la capacidad de buscar coincidencias constructivamente.

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Las características de la comunicación asertiva le otorgan mucha importancia al factor emocional, ya que buscamos que la empatía tenga un recorrido de ida y vuelta. Por eso es clave valorar lo que decimos y también el cómo lo decimos para que nuestras conversaciones sean más efectivas. Para empezar a aplicar las técnicas de comunicación asertiva en tu vida personal y profesional, sigue leyendo, ya que hemos preparado unos consejos que te serán de gran utilidad. ¡Toma nota!

7 técnicas de comunicación asertiva que debes conocer

1. Mira a la persona con la que estás hablando

Las expresiones juegan un papel esencial en la comunicación asertiva y el contacto visual es un elemento determinante para demostrar interés. Mirar a tu interlocutor mientras te habla -o le hablas- refuerza la sensación de cercanía y de confianza que le transmites.

2. Controla tu tono de voz

Tener la capacidad de modular la voz, poniendo énfasis en momentos concretos de una conversación, ayuda a que la comunicación sea más convincente. Para captar la atención de tu interlocutor, debes evitar los extremos en cuanto a volumen -ni muy alto, ni muy bajo- y a tonalidad -dale algo de entonación, que tu discurso no sea plano-.

3. Aprende a escuchar

Además de centrarse en la claridad del mensaje propio, escuchar y asimilar las palabras de otros también marca diferencias. Esperar, respetar los tiempos y no interrumpir es imprescindible, así como interiorizar lo que nos están explicando para que se note cuando volvamos a intervenir.

4. Mantén una postura corporal abierta

Entre las técnicas de comunicación asertiva cabe prestar especial atención a todo lo que engloba la expresión no verbal. Pese a que estés en silencio, puedes revelar un sinfín de cosas, así que ten en cuenta todos los detalles. Procura tener una postura corporal abierta que muestre receptividad y evita barreras como por ejemplo brazos cruzados o una actitud despreocupada.

5. Enfatiza los mensajes principales

Repetir aquellas frases o mensajes clave de una conversación es un recurso que ayuda a poner el foco sobre aquello que se considera más importante. También sirve para demostrar que estamos entendiendo adecuadamente las argumentaciones o comentarios que nos han ofrecido previamente.

6. No tengas miedo a preguntar

Pese a que hay que procurar que no sea por despiste, la capacidad de formular preguntas refuerza la sensación de interés en lo que dice el interlocutor. En ocasiones es necesario para ampliar información o aclarar algún aspecto que resulte confuso o que no haya quedado suficientemente claro. Ser asertivo también consiste en reconocer que necesitas que te vuelvan a explicar alguna cosa.

7. Aporta soluciones

Puede ser que en algún momento la comunicación no fluya convenientemente o que se estanque y parezca que nos encontramos en un punto de no retorno. En estas situaciones, es fundamental tener la habilidad de abrir nuevas vías de diálogo y aportar soluciones para reconducir la conversación.

Las técnicas de comunicación asertiva te ayudarán a expresarte mejor, y si las pones en práctica, notarás cómo poco a poco mejora la calidad de tu comunicación. El primer paso es identificar cómo te relacionas con los demás, y a partir de ahí, darle peso a tus fortalezas e ir puliendo debilidades. Si necesitas conocer más sobre cómo promover relaciones saludables y potenciar la manera en que te comunicas, regístrate en Espacio Vitalidad y toma nota de los múltiples recursos que te aportamos.