¿Por qué es tan importante la comunicación familiar?

Es habitual que cuando hablamos de comunicación nos centremos en ámbitos profesionales o más enfocados a las relaciones sociales y que no le prestemos tanta atención a la comunicación familiar. Puedes pensar que la comunicación con tus seres más queridos fluye de manera natural y que, a diferencia de otros entornos, no requiere de pautas de comportamiento que te ayuden a mejorarla. Pero este es un tema que requiere de trabajo diario, ¡y no te puedes despistar!

¿Te has planteado cómo funciona tu comunicación familiar y por qué es tan importante?

Para lograr una buena comunicación es importante establecer unas bases entre todos los miembros de la familia, especialmente con tus hijos. Lo que seas capaz de transmitirles desde pequeños y todo aquello que aprendan en casa les acompañará para siempre y formará parte de su personalidad.

Si tu familia es capaz de comunicarse, de compartir cualquier problema, de respetarse y de confiar los unos en los otros, se mantendrá más unida. Una buena comunicación en tu vida familiar fomenta la estabilidad de vuestras relaciones, ya no únicamente en el seno familiar, sino también en otros ámbitos. Si os sentís escuchados, los integrantes de tu familia seréis más fuertes e independientes y crecerá vuestra autoconfianza.

Busca momentos, crea “escenarios” para fomentar la comunicación

Posiblemente, el trabajo o los colegios y actividades de tus hijos no ayudan a crear el marco ideal para facilitar la comunicación en tu día a día. Sin embargo, es fundamental que busques momentos para fomentar la comunicación familiar. La comunicación familiar se construye a diario, por lo que debéis poder explicaros cualquier cosa que os ha sucedido a lo largo del día y no únicamente los temas más trascendentes.

Además, promueve actividades familiares en tus ratos libres. No hace falta hacer siempre grandes planes, pero fomenta que podáis compartir experiencias: excursiones al aire libre, realizar de vez en cuando alguna escapada, o simplemente pasear con toda la familia. Cualquier excusa es válida para relajarse y para encontrar los espacios adecuados que fomenten una buena comunicación familiar.

Los detalles de una buena comunicación familiar

Comunicarse no solo consiste en intercambiar palabras, lo más importante es lo que dices, cómo lo dices, por qué lo dices y cuándo lo dices. El lenguaje no verbal también juega un papel destacado, ya que tu cuerpo puede reforzar positivamente tu mensaje, o bien restarle credibilidad.

Te explicamos 5 claves para mantener una buena comunicación familiar 

1. Saber escuchar

Practica la escucha activa. Mira a los ojos de la persona que te habla y escúchala atentamente sin interrumpirla y hazle sentir que lo que te está explicando, ya sea un problema, algo que le preocupa o, simplemente, alguna anécdota del día, es lo más importante para ti.

2. La empatía

Tener la capacidad de ser empático es una gran habilidad comunicativa. Ponerse en la piel del otro, sin prejuicios, y entenderle, incluso en situaciones en la que no estés forzosamente de acuerdo, es muy importante en una buena comunicación familiar. La empatía genera confianza y, si eres capaz de transmitirla, estarás ayudando a que los miembros de tu familia confíen en ti para explicarte cualquier cosa.

3. El refuerzo en positivo

Busca siempre las virtudes de las personas de tu familia. Esfuérzate para hacerles saber todas las cosas buenas que tienen y que saben hacer. Y si te cuentan alguna cosa que hayan hecho mal, repréndeles si es necesario, pero no te olvides de valorar la confianza que han depositado en ti a la hora de explicártelo.

4. Mantén la calma

En el entorno familiar, en ocasiones, mantener la calma puede resultar complicado. Pero debes esforzarte, intentar mantener siempre la calma y aplicar el tono adecuado en tus palabras. No grites. Aplicar un tono firme en según qué circunstancia puede resultar adecuado y necesario, pero si pierdes los papeles y gritas en exceso, tu credibilidad se verá afectada.

5. ¡Cuidado con el lenguaje no verbal!

Es tan importante lo que dices como el cómo lo dices. Especialmente los niños tienen una gran facilidad para captar más allá de las palabras. Por eso no debes entrar en contradicciones y debes procurar que tu lenguaje no verbal reafirme la comunicación oral. Recuerda que el ejemplo tiene un gran efecto, por lo que resultará más importante lo que haces, que lo que dices que haces.

Mantener una buena comunicación familiar es clave para mejorar las relaciones familiares. Se trata de ir sembrando e irla trabajando a diario, buscando momentos para mantenerla viva. No se trata de forzar las situaciones, pero siguiendo los sencillos consejos que te hemos expuesto, la calidad de tu comunicación familiar se verá muy reforzada.

Si quieres saber más sobre cómo mejorar las relaciones y la comunicación con los demás o mejorar tu vitalidad en otros aspectos, regístrate en Espacio Vitalidad y encuentra ejercicios, herramientas y consejos para sentirte más vital.