Descubre la alimentación consciente y practica mindful eating

La alimentación consciente o mindful eating es una manera de comer que se centra en tomar plena consciencia de los alimentos que consumimos. Este estilo de vida nos invita a alejarnos del ajetreo, pararnos y disfrutar de aquello que nos proporciona placer, en este caso, la comida. Si tienes claro que cuidarse es un placer y quieres mejorar tus niveles de vitalidad, sigue leyendo y descubre más sobre el mindful eating.

Esta práctica tiene sus raíces en las técnicas de mindfulness que se practican desde hace años, y no te cierra puertas con normas o imposiciones. El objetivo es poner el foco sobre las sensaciones fisiológicas y emocionales que recibe tu organismo cuando degustas ciertos alimentos, y tú trazas el camino. Saborea cada bocado, aprende a interpretar las reacciones de tu cuerpo y de tu mente y actúa en consecuencia.

Las emociones son una parte importante de nuestra vida, y por eso es fundamental aprender a convivir con ellas. Como sabemos que este es un mundo complejo y exigente, hemos decidido tenderte la mano y te regalamos un ebook lleno de consejos. Descárgate esta guía, empieza a aplicarlos y alcanza ese equilibrio que te llenará de vitalidad:

Para practicar la alimentación consciente debes entender que el proceso es igual o más importante que el final. Presta atención a los colores, los olores, las texturas… y saciarte dejará de ser un problema. Además de conocer la teoría, es importante que te atrevas a probar el mindful eating, así que repasa su lista de beneficios, ¡y dale una oportunidad!

Los beneficios del mindful eating

• Disfrutarás más de los alimentos y del placer que supone comer.
• Construirás una mejor relación con los alimentos, podrás centrar tu foco de atención y reforzarás tu capacidad de concentración.
• Te será más fácil tener una relación saludable con la comida y evitar los malos hábitos.
• Podrás distinguir con mayor seguridad si tienes hambre emocional o hambre fisiológica.
• Reducirás tu estrés y tu ansiedad. Comer pausadamente te aportará tranquilidad, y centrarte en el placer de hacerlo te aportará sensaciones positivas.

¿Cómo puedes practicar mindful eating?

Para empezar, ten claro que tu actitud es fundamental. No te agobies y déjate llevar. Respira hondo y piensa en qué te apetece. ¿Tienes hambre? ¿Tienes sed? Elige tu menú y pon en marcha tus sentidos: observa, toca, huele, paladea, incluso escucha. Al principio necesitarás algo de autocontrol para no distraerte, pero a medida que repitas el proceso, verás como se da mejor sumergirte en la alimentación consciente.

No olvides que las preocupaciones no deben formar parte del plato. Este no es momento para pensar en prohibiciones, porque lo esencial son las sensaciones. De hecho, diversos estudios muestran que, pese a no poner límites, las personas que practican el mindful eating tienden a comer menos, a disfrutar más de ello y a elegir alimentos saludables y con beneficios para el organismo, puesto que son los que proporcionan mejores sensaciones a nivel físico y mental.

Dos ejemplos de alimentación consciente

Prepárate la infusión que más te guste en una taza. Cuando tengas el agua caliente e introduzcas la bolsita con las hierbas, mira como el agua va cambiando de color hasta impregnarse totalmente. Una vez el agua esté teñida, coge la taza con tus dos manos y siente su temperatura, toma consciencia del calor que está pasando a través de tus manos. Acerca la taza a tu nariz y huele para sentir el aroma durante unos segundos. Seguramente también podrás notar como el vapor acaricia tu rostro. Seguidamente bebe un sorbo tranquilamente y llénate de sensaciones.

Coge una fruta de tu frutero, por ejemplo, un kiwi. Acaricia la piel y nota su rugosidad. Córtalo por la mitad, y sumerge una cuchara notando como cede la pulpa. Observa su brillante color verde si has elegido un kiwi Zespri™ Green, o sus tonos dorados si te has decantado por un Zespri™ SunGold. Métete una cucharada en la boca y espera unos segundos. Empieza de nuevo el proceso, pero prestando más atención a los detalles. ¿A qué huele? ¿Qué textura tiene? ¿A qué sabe? ¿Qué te hace sentir? Ahora, haz memoria. ¿Es esta cucharada igual que la primera?

Para no perdernos en las prisas y la intensidad del día a día, a veces es mejor parar para disfrutar de los buenos momentos. El mindful eating predica con el ejemplo, otorgándole a la comida la importancia que merece. Dale un poco de tiempo a lo esencial, ¡y saborea las sensaciones con cada bocado! Si necesitas más consejos sobre estilos de alimentación saludable y recetas para disfrutar cuidándote, regístrate en Espacio Vitalidad.