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Cuida a tus hijos con estos consejos para evitar el estrés infantil

La niñez es una etapa de la vida con mucha libertad, lo que la hace ideal para descubrir, aprender y disfrutar. Como los niños rebosan energía, pueden enfrentarse a numerosos desafíos y superarlos, pero como todos, también tienen sus límites. Hay que tener en cuenta que existen elementos del día a día que también pueden sobrecargarles, y que podrían necesitar un apoyo extra. Evitar un exceso de tensión es clave para que puedan sacar el máximo partido a su vitalidad y esquivar problemas como el estrés infantil.

Aunque en pequeñas dosis puede ser un estímulo positivo, el estrés infantil se produce cuando los niños reciben un impacto que no saben o no pueden manejar. Los motivos son muy variados, y a menudo tienen que ver con cambios o dificultades para adaptarse a alguna situación concreta. Dado que la capacidad de gestión del estrés se desarrolla con los años, es fundamental que los adultos a su alrededor detecten estas preocupaciones y manifiesten con claridad que estarán a su lado y les ayudarán a afrontarlas.

Las emociones son una parte importante de nuestra vida, y por eso es esencial aprender a convivir con ellas. Como sabemos que este es un mundo complejo y exigente, hemos decidido tenderte la mano y te regalamos un ebook lleno de consejos. Descárgate esta guía, empieza a aplicarlos y alcanza ese equilibrio que te llenará de vitalidad:

Banner ebook ¿Cómo puedes gestionar tus emociones?

¿Cómo puedes detectar el estrés infantil?

Como ya hemos comentado, los desencadenantes de esta sensación de agobio o malestar son numerosos y muy diversos, y dependen de cada niño y de su entorno. Algunos ejemplos son la escuela, las tareas y las notas; los deportes que practican; su círculo de amigos y las posibles presiones de estos o de sus compañeros; los pensamientos negativos sobre sí mismos y/o los cambios corporales; los cambios de ambiente, como mudanzas o una nueva escuela, o diferentes tipos de inestabilidad en el hogar.

Esta inquietud se puede ver reflejada en uno o varios síntomas físicos y/o de comportamiento, a los que conviene prestar especial atención. La disminución del apetito, las alteraciones del sueño y las pesadillas, los dolores de cabeza y las molestias estomacales, entre otras, podrían ser señales. También podrían serlo una soledad o dependencia excesivas, la incapacidad de relajarse o concentrarse, una actitud irritable o miedos nuevos o recurrentes.

Pero como sucede cuando vamos cumpliendo años, el estrés puede identificarse, y ese es el primer paso para ponerle remedio. Un escenario abierto y relajado es la mejor herramienta para mejorar la comunicación familiar, que debe afinarse en todos los sentidos. Si tus hijos disponen de confianza y valentía para contarte sus dudas, te será más fácil conocer sus emociones y ofrecerles las respuestas que necesitan.

Sigue leyendo para descubrir algunos consejos que te pueden ser de gran utilidad para cuidar a los pequeños de la casa. Y recuerda, el apoyo profesional también puede ayudarte a reconocer esta situación y resolver los problemas que podáis encontrar. ¡Tu vitalidad y la de tu familia te lo agradecerán!

5 consejos para evitar el estrés infantil

  1. Promueve hábitos saludables

Cuida a tus hijos con estos consejos para evitar el estrés infantil

Una rutina saludable basada en buenos hábitos tiene beneficios físicos, mentales y emocionales. No se trata de imponer a los niños lo que deben hacer, sino de enseñarles las ventajas que tienen los pequeños gestos. Implícales en la cocina para que entiendan la importancia de una alimentación saludable. Procura que hagan ejercicio, y si puedes, comparte alguna actividad con ellos que les ayude a moverse. Además, recuérdales que el descanso es determinante para poder recargar las pilas. Y no olvides que su calendario semanal debe programarse de forma natural, sin cargarles de obligaciones para evitar una presión añadida.

  1. Genera un clima de confianza

Muestra tu disponibilidad e interésate por qué les pasa y qué sienten tus hijos, sin estar encima, pero dejando claro que tu puerta está abierta. Dependiendo del carácter de cada persona, expresarse puede ser más o menos sencillo, pero disponer de la confianza y de un ambiente cómodo siempre suma. Intenta que por tu lado también fluyan los mensajes, haciéndoles partícipes de los cambios o novedades en el núcleo familiar. Eso sí, establece ciertos límites para que no perciban tus revelaciones como una carga añadida para ellos.

  1. Ayúdale a construir sus recursos

Cuida a tus hijos con estos consejos para evitar el estrés infantil

En su justa medida, el estrés puede ser positivo, así que apoyar a los niños para que aprendan a manejarlo es el camino correcto. Lo que deben entender es que cierta tensión es favorecedora para la consecución de retos, pero que, si no se puede gestionar, toca levantar la mano. Trabajar cualidades como la autoestima, el autoconocimiento o la superación personal les servirá para sentar unas bases sólidas y reforzar su sensación de control en situaciones inciertas o difíciles.

  1. Predica con el ejemplo

Tirar de autoridad puede servir en momentos puntuales, pero la estrategia constructiva ofrece mejores resultados. Los niños tienden a buscar referencias en su entorno más cercano, así que trata de ser consecuente con lo que les enseñas. Si compartes con ellos la vía de los hábitos saludables y mantienes tu estrés a raya, serás un ejemplo a seguir. No hace falta que todo sea perfecto, porque la vida tiene altibajos, pero guardar la calma les aportará una buena dosis de tranquilidad.

  1. Busca apoyo experto

Cuida a tus hijos con estos consejos para evitar el estrés infantil

Las recomendaciones de un especialista siempre son útiles, tanto en las primeras etapas del estrés infantil como en situaciones más delicadas. Si como adulto crees que es la opción más conveniente, la clave es darle normalidad, aprovechando un recurso que puede ayudarnos mucho a lo largo de nuestra vida. En este caso, conviene estar al lado del niño y recalcar que visitar a un experto no es algo de lo que tener miedo o avergonzarse, sino un paso en dirección a sentirse mejor.

 

El estrés infantil es un problema que tiene solución, y que pasa por centrarse en los hábitos adecuados. Pon en práctica estos consejos y consigue que tus hijos vivan de estímulos positivos, dejando a un lado los excesos de presión que no pueden manejar. Cuanto más fuertes se sientan en las primeras fases de su vida, mejor preparados estarán para su futuro. Si necesitas más recursos para resolver conflictos o para promover hábitos saludables, regístrate en Espacio Vitalidad.

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