¿Sabes por qué es clave la hidratación en el deporte?

El agua es la mejor aliada para mantener a tu organismo hidratado, y más cuando haces ejercicio. Este líquido interviene decisivamente en numerosas funciones de tu cuerpo, y más cuando sube la temperatura y la intensidad de tus esfuerzos. Para minimizar tu desgaste y maximizar tu rendimiento, ¡procura tener una botella siempre cerca! Aprende un poco más sobre la importancia de la hidratación en el deporte y activa tu vitalidad siempre que te pongas en marcha.

En nuestro día a día, nos hidratamos a través de la alimentación y bebiendo cuando tenemos sed, pero la demanda aumenta cuando estamos en movimiento. Es entonces cuando entra en juego el agua perdida en forma de sudor, que hace más necesario que te hidrates a menudo. En ocasiones, es conveniente beber incluso sin tener sed, para asegurarnos de que nuestras reservas están a buen nivel y no alcanzan un punto crítico. No lo olvides, bebe un poco antes, durante y después del entrenamiento.

Recuerda que moverte y hacer deporte tiene numerosas ventajas. Entre otras cuestiones, mejorará tu condición física, y también tendrá un impacto positivo en tu bienestar mental. Descárgate este ebook para iniciarte en la práctica de ejercicio y potenciar tu vitalidad:

Si te planteas cuánta agua debes beber al día, ten en cuenta siempre qué vas a hacer. Si te espera alguna actividad deportiva, bebe al menos medio litro de agua un par de horas antes; entre 100 y 150 mililitros cada 15 o 20 minutos mientras la practicas y otro medio litro al acabar. ¡Y más si lo necesitas! Cuando se trata de la hidratación en el deporte, tus propias necesidades mandan. Conoce cada vez más a tu cuerpo, y disfruta de los beneficios de la hidratación cada vez que lo pones a prueba.

Los beneficios de la hidratación en el deporte

Mejora la gestión de energía y el rendimiento deportivo

Una buena hidratación es sinónimo de un mejor rendimiento por varios motivos. Por un lado, activa las enzimas que liberan la energía de las reservas de nutrientes de nuestro organismo. Pero, además, especialmente en ejercicios de larga duración, protege contra los efectos negativos de la deshidratación, que puede reducir de forma notable el rendimiento deportivo de una persona.

Regula la temperatura corporal

Este es uno de los aspectos esenciales de la hidratación en el deporte. Gran parte de la energía que generamos durante las actividades físicas se pierde en forma de calor, y el sudor evita un sobrecalentamiento del cuerpo. Para evitar los golpes de calor o las consecuencias más peligrosas de la deshidratación, el agua es infalible.

Reduce el riesgo de lesiones

Más de la mitad del cuerpo humano está compuesto por agua, que como ya hemos comentado, es clave en algunas de sus funciones básicas. El líquido te ayudará, entre otras cuestiones, a facilitar la eliminación de deshechos, a asegurar un reparto de nutrientes adecuado y a mantener lubricadas las articulaciones y los diversos grupos musculares.

Favorece la recuperación

Hacer frente a la deshidratación es determinante en cualquier momento, e influye sobre nuestro cuerpo cuando nos ejercitamos y también después. Tus músculos y articulaciones se recuperarán antes si los mantienes bien hidratados, y reducirás la fatiga y los efectos de la deshidratación en la piel.

3 consejos para mantener la hidratación durante la actividad física

1. No esperes a tener sed

A veces puedes no sentir sed mientras haces ejercicio, pero eso no significa que no estés perdiendo líquidos. Por ello, puede resultar útil adoptar la costumbre de beber cada cierto tiempo, ya que así te asegurarás de que tu cuerpo siempre está bien hidratado. Además, este hábito no es exclusivo del deporte, por lo que tendrá un impacto positivo también en tu día a día.

2. Para y bebe en pequeñas cantidades

Aunque estés practicando deporte y tengas mucha sed, procura evitar la tentación de beber mucho y de golpe. Tu organismo no puede procesar una ingesta rápida y excesiva de agua, y si tu respiración está acelerada, puedes privarlo de oxígeno cuando más lo necesita. Tómate unos segundos para bajar pulsaciones, y cuando tu frecuencia respiratoria disminuya, bebe tragos pequeños y con calma. Así te hidratarás correctamente y evitarás una acumulación de líquidos que puede ser molesta para tu estómago.

3. Disfruta de una pieza de fruta

Por lo general, las frutas contienen un elevado porcentaje de agua, pero además pueden proporcionarte nutrientes variados que potenciarán la capacidad de tu cuerpo. Un kiwi, por ejemplo, contribuirá a tu hidratación y te aportará cantidades relevantes de vitamina C y potasio, elementos importantes cuando te pones en movimiento.

Ahora ya sabes mucho más sobre la hidratación en el deporte, por lo que ya no tienes excusas para no mejorar tu preparación. Ponte las pilas y cuida los pequeños detalles que marcan diferencia a la hora de practicar actividades físicas y en cualquier ámbito de tu vida. Regístrate en Espacio Vitalidad y encuentra numerosas propuestas para realizar ejercicio físico y consejos para fomentar hábitos saludables.