¿Cuáles son los pilares del envejecimiento activo?

El envejecimiento activo es un proceso que pretende mejorar la calidad de vida de las personas a medida que se van haciendo mayores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) es una de las principales impulsoras de este concepto, que trata de alejar las connotaciones negativas de la vejez en una sociedad con una esperanza de vida creciente. El objetivo final de esta iniciativa es mantener el bienestar físico, mental y social mientras se van cumpliendo años y asegurar la participación en la sociedad, la seguridad y la asistencia en función de las necesidades de cada individuo.

Precisamente, la salud, la participación y la seguridad son los tres pilares del envejecimiento activo según la OMS. El primero hace referencia a vivir más años en mejores condiciones. El segundo, a sentirse parte activa y contribuir a la sociedad. Por último, el tercero, a recibir una protección integral, tanto en lo relativo a una situación y una vivienda digna como a la cobertura de necesidades económicas y sanitarias.

Para llevar a cabo esta idea hace falta el compromiso de la población y las autoridades competentes y también el esfuerzo individual. En otras palabras, para llegar a la madurez a tope de vitalidad debes cuidarte día a día, e invertir en hábitos saludables es una garantía. Si quieres saber más, sigue leyendo, porque hemos preparado una lista de consejos que no te puedes perder. Además, puedes probar a descargarte este ebook para fortalecer tus hábitos saludables y vitales. En él encontrarás los pasos a seguir para sentirte más vital, recuperar la energía y empezar cada nuevo día con fuerza y optimismo. ¡Toma nota!

4 recomendaciones para un envejecimiento activo

1. Realizar ejercicio físico

El ejercicio físico es fundamental a cualquier edad. No se trata de correr una maratón cada día, pero una persona que se mantiene activa tiene mucho ganado. Si adaptas tus retos a tus capacidades y a tu estado físico, podrás disfrutar con un sinfín de alternativas. Puedes ir probando hasta dar con la que más te gusta, ¡e incluso realizar varias cada semana! Caminar, nadar o bailar son “para todos los públicos”, aunque los estiramientos y el yoga también entrenan un aspecto tan importante como la flexibilidad. La meta es llegar en buena forma a la tercera edad, y con las ganas que te permitan seguir en movimiento.

2. Mantener una dieta saludable

De la misma manera que el ejercicio, la alimentación es un pilar del envejecimiento activo por sus beneficios físicos, mentales y emocionales. Si tu organismo obtiene todos los nutrientes que necesita, será mucho más fácil que tu cabeza y tu cuerpo funcionen a pleno rendimiento. Este es un hábito crucial en cualquier etapa de la vida, pero cuando nos hacemos mayores cobra especial relevancia. Una dieta saludable, variada y equilibrada favorecerá tu bienestar y puede ser clave en la prevención de ciertas enfermedades.

3. Respetar el tiempo de descanso adecuado

En ocasiones tendemos a infravalorar el poder del descanso, pero el sueño es, sin lugar a duda, otro factor decisivo. Los expertos coinciden en señalar que deberías invertir entre 7 y 8 horas en “recargar las pilas”, pero cada persona tiene sus propias necesidades. Sean las que sean, permite que tu cuerpo se tome un respiro, se regenere y rellene sus reservas de energía. Es posible que a medida que pasen los años, no consigas dormir tantas horas, pero es esencial que consolides una rutina equilibrada que te asegure un descanso reparador.

4. Cuida tus relaciones sociales

Lo que tienes alrededor, y en este caso, quien tienes alrededor, influye directamente en tu propio bienestar. Combatir el aislamiento a edades tempranas hará que siempre tengas alguien a tu lado en las últimas etapas de tu vida. Y para buscar a quien te aporta… ¡vale todo! Puedes disfrutar de tus hijos, de tus nietos, de amigos, de compañeros de hobbies… Cualquiera puede sumar si comparte experiencias contigo y si lo hace en positivo. Además, una vez llega la jubilación hay más tiempo libre que puedes ocupar con actividades compartidas, que te permitirán sentirte conectado a tu entorno, participar de diversas tareas y mantener un nivel saludable de actividad social.

Para alcanzar el envejecimiento activo es necesario sembrar día tras día, para que cuando llegue el momento puedas recoger los frutos de tu esfuerzo y disfrutar de un “retiro” dorado. Estos son algunos ejemplos que pueden servirte, pero no renuncies a poner tus propias reglas para mimarte lo que haga falta. Rodéate de hábitos y relaciones saludables para mantener tus niveles de vitalidad en alto. Y si necesitas más consejos y recursos para sacarle el máximo partido a tu vida, regístrate en Espacio Vitalidad.