Consejos para elaborar una rutina de sueño y recargar tu energía

El sueño es uno de los pilares fundamentales de tu vitalidad. Aunque puedes pensar que este concepto solo está relacionado con aquellos que se mantienen activos, lo cierto es que abarca mucho más. Para sacarle partido a la vida hacen falta unas pilas bien cargadas, y para ello tendrás que invertir un número concreto de horas en un descanso reparador. Si cuando llega ese momento del día, “se te caen los párpados”, estás en el buen camino. Pero si por algún motivo te está costando más dormir, quizá deberías plantearte elaborar una rutina de sueño.

Una rutina de sueño es un conjunto de hábitos que te ayudarán a dormir mejor. Y cuando decimos dormir mejor, nos referimos a cerrar los ojos a una hora adecuada y a conseguir esa sensación de descanso que tanto necesitas. Para lograr este objetivo, puedes poner en práctica algunos de los consejos que encontrarás a continuación. Y si pasado un tiempo, ves que tus problemas no remiten, no dudes en consultar a un especialista, que estudiará tu caso detalladamente para ofrecerte respuestas personalizadas.

Para conocer más sobre la importancia de un sueño saludable y su influencia en tu vitalidad, recuerda que puedes consultar este ebook. En él descubrirás todos los aspectos que debes considerar para despertarte cada día con la energía a tope y preparado para enfrentarte a cualquier desafío.

Como hoy te toca ir pronto a la cama, no te vamos a entretener más. Toma nota de nuestras recomendaciones y analiza tu día a día: Seguro que hay algunos aspectos que ya cuidas, y otros que podrías mejorar. Ponte en marcha cuanto antes, porque si consigues reponer fuerzas como es debido, ¡tu vitalidad te lo agradecerá!

7 recomendaciones para una rutina del sueño adecuada

1. Intenta mantener siempre los mismos horarios

Una herramienta muy útil para fortalecer tus hábitos es la repetición. Salvo que te encuentres un obstáculo inevitable, trata de darle regularidad a tus horarios, y acuéstate y levántate siempre sobre las mismas horas. Eso hará que tu cuerpo se acostumbre y que “entienda” a qué hora le toca reposar, lo que hará más fácil el propósito de descansar.

2. Desconecta de tus preocupaciones

La cabeza puede convertirse en “enemiga”, pero también es una gran aliada. Sabemos que a veces cuesta mucho no darles vueltas a las preocupaciones, pero hay formas de aparcarlas para relajarse cuando más falta hace. Ten en cuenta aquello de que “mañana será otro día”. Antes de acostarte dedica algo de tiempo a realizar alguna actividad que te ayude a sentirte bien y a despejarte. Lee un libro, disfruta de una serie, haz ejercicio suave o charla con tu pareja. Si te funciona, ¡estará bien!

3. Respeta tu ritmo circadiano

Tu cuerpo es sabio y cuenta con un reloj biológico interno al que es difícil engañar. El ritmo circadiano está sincronizado con las horas de luz y oscuridad, que a su vez marcan los ciclos de sueño naturales. Si puedes respetar la programación de tu cuerpo y dormir de noche y activarte de día, te será mucho más fácil consolidar tu rutina de sueño.

4. Cuida tu lugar de descanso

Si no le das demasiada importancia al lugar donde descansas, debes saber que puede marcar diferencias. Procura que la comodidad sea constante y evidente y no pienses que cualquier cosa vale. Intenta que en tu habitación se mantenga la temperatura adecuada, que no haya mucho ruido y que no exista una exposición excesiva a la luz. Factores como estos pueden cambiar una noche de sueño interrumpido por un descanso continuo y relajado.

5. Practica ejercicios de relajación

Existen ejercicios específicamente enfocados en bajar las revoluciones de tu cuerpo, que pueden ser de gran utilidad cuando te diriges al dormitorio. Dale una oportunidad a la meditación o la relajación muscular, que podrían ser la solución ideal para afrontar las horas de descanso con la tranquilidad que necesitas.

En el siguiente vídeo, Patricia Ramírez, nuestra psicóloga y experta en vitalidad, te explicará la importancia de las técnicas que te ayudan a conciliar el sueño. Como ya te hemos contado, esta puede ser la clave para cargar bien las pilas y estar a tope de vitalidad.

6. Mantente activo durante el día

Uno de los mayores enemigos del descanso nocturno es llevar una vida sedentaria. Por tanto, de lo que se trata es que durante el día inviertas bien tu energía. Trata de andar una hora diaria, o busca alguna actividad física que te motive. Así, además de sentirte mucho mejor y contribuir a tu bienestar, tendrás más ganas de “coger la cama” cuando caiga el sol.

7. Apuesta por una alimentación saludable

Una alimentación saludable y rica en nutrientes esenciales incide de manera positiva en tus horas de sueño. Además, para tu descanso es especialmente decisiva la hora de la cena, en la que conviene apostar por menús ligeros. Si evitas las digestiones pesadas y tomas alimentos que faciliten el reposo, relajarás la carga de trabajo de tu organismo.

Una buena rutina de sueño es la base para obtener la energía necesaria para afrontar tu jornada diaria. Explora las opciones que más te convenzan y aplícate para mejorar, ya que serás la persona ideal para hacerlo y también la mayor beneficiada. Regístrate en Espacio Vitalidad y encuentra todo tipo de consejos para fomentar unos hábitos de vida saludable. Cuídate, ¡y no habrá quien te pare!