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6 consejos para gestionar la autoexigencia y sentirse más vital

La autoexigencia es un valor que, bien entendido y aplicado, puede darle mucho recorrido a tu vitalidad. Tener la voluntad de hacer las cosas bien y de mejorar poco a poco puede ser el motor de tu día a día, y ofrecerte respuestas y soluciones ante multitud de obstáculos que aparezcan en tu vida. Si gestionas bien la presión y no te acercas a los excesos, la autoexigencia será clave para cumplir con tus metas y objetivos.

Cuando tratamos de alcanzar nuestra mejor versión, el equilibrio es fundamental. Todo proceso conlleva sus altibajos: nada será tan malo como lo ves en ese momento en que todo falla, ni quizá tan bueno como cuando todo va rodado. Permítete alegrarte y también enfadarte o decepcionarte, pero recuerda que al final de la jornada, todo vuelve a empezar. Tendrás tiempo para recuperarte y aprender de los errores y remontar, y también para refrendar tus aciertos.

A la vez, saber aprovechar ese puntito de tensión también será de gran ayuda. Póntela en la mochila y conviértela en aliada sin obsesionarte. Respeta tu autoestima y nunca pierdas la confianza en tus posibilidades, pero tira de autocrítica. En casa, en el trabajo, en tus relaciones… ¿estás dando el máximo o hay algo que tenga margen de mejora? No hace falta conquistarlo todo a la vez, pero pasito a pasito, lograrás mucho.

Para poder equilibrar tu autoexigencia y perfeccionarte en todos los ámbitos que desees, ¡sigue leyendo! Hemos preparado una lista de recomendaciones y claves que te serán de gran utilidad. Y si necesitas consejos extra para potenciar tu motivación y tu actitud positiva, puedes repasar este ebook. ¿A qué estás esperando? Activa tu vitalidad, ¡y ponte en marcha!

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6 claves para gestionar tu autoexigencia

  1. Acéptate y valora lo que haces

Acéptate tal y como eres, con puntos fuertes y débiles, y no pienses que lo que eres o lo que haces nunca está suficientemente bien. La perfección es prácticamente inalcanzable, pero existe una versión mejor de ti a la que puedes aspirar. Caminar hacia adelante te llevará hacia ella, sabiendo reconocer los errores y aprendiendo cómo los puedes evitar. Incluso cuando todo lo veas negro, repasa brevemente tu día. Seguro que hay cosas, por pequeñas que sean, que te hacen sentir orgullo. Otórgales la importancia que merecen y valora la capacidad y el esfuerzo que supone conseguirlas.

  1. Piensa en positivo

6 consejos para gestionar la autoexigencia y sentirse más vital

Este consejo está en la misma línea del anterior. La tentación de pensar en negativo está siempre ahí, pero hacerlo en positivo es mucho más productivo. El optimismo bien medido te ayudará a eliminar bloqueos y limitaciones. Cuando te caigas, date margen para recuperarte, y entiende que te levantarás con más fuerza y más experiencia. Una mentalidad constructiva te llevará muy lejos.

  1. Márcate objetivos realistas

Sueña, fíjate objetivos y trabaja para cumplirlos, ya que con constancia y esfuerzo puedes conseguir lo que te propongas. Eso sí, mide bien tus aspiraciones para no frustrarte. Debes ser consciente de que hay metas realistas que están en tus manos, pero que también existen otras que son inalcanzables y que no dependen de tu propia autoexigencia.

  1. Saca partido a las críticas

Este es un reto complicado, pero merece la pena esforzarse en alcanzarlo. No dejes que tu exigencia se descontrole, porque si recibes una crítica, te asaltarán las dudas. Enfoca las opiniones y comentarios divergentes de manera constructiva, para que, con la mentalidad del punto 2, las puedas convertir en mejoras. Pulir aquello que no se te da tan bien es reconfortante y te fortalece a nivel mental.

  1. Analízate y actúa

6 consejos para gestionar la autoexigencia y sentirse más vital

Para saber cuál es tu estado actual y cómo puedes mejorar, analízate con frecuencia. Un ejercicio útil es apuntar en un papel tres aspectos que quieras perfeccionar, y día a día, marcar si has tenido progresos o no. Así comprobarás cuál es el camino a seguir, te marcarás prioridades, te conocerás mejor y podrás aplicarlo en otras áreas. Deja que la autoexigencia te guíe, ¡y actúa!

  1. Invierte en ti

Organiza bien tu tiempo para compaginar exigencia y desconexión. No todo tiene que ser esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo, porque física, mental y emocionalmente también necesitas descansar. Tómate un respiro con un tentempié saludable, haciendo ejercicio, hablando o quedando con un amigo o, simplemente, no haciendo nada. Así recuperarás fuerzas, sostendrás tu confianza y tendrás energía para seguir mejorándote.

 

La autoexigencia es una excelente aliada, siempre que mantengas el equilibrio que te permita no quemarte. Busca tu mejor versión paso a paso, apóyate en tu círculo más cercano y ármate con una mentalidad positiva. Regístrate en Espacio Vitalidad para encontrar más recursos para dejar atrás tus limitaciones, hacer crecer tu motivación y consolidar tu desarrollo personal.

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