Amistades tóxicas: Suelta de una vez ese lastre para tu salud emocional

En este artículo encontrarás toda la información necesaria para identificar las amistades tóxicas, los signos que te avisan de que algunas relaciones no te convienen: el lastre emocional que suponen y los efectos perjudiciales que tienen en tu bienestar mental y emocional. Te damos las claves necesarias para que encuentres la forma más sana de cortar de raíz el círculo vicioso que te impide disfrutar de relaciones sinceras y plenas que de verdad nutran tu vitalidad.

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AMISTADES TÓXICAS O DE CALIDAD: LOS BENEFICIOS DE LAS RELACIONES DE AMISTAD

La amistad sólida y honesta es un tipo de relación muy valiosa para tu bienestar y tu vitalidad. Tus amigos son aquellas personas especiales que tú has elegido para que formen parte de tu vida.

La psicología ha demostrado científicamente que tener amigos es beneficioso para tu bienestar porque:

Te aporta equilibrio emocional.
Cubre tu necesidad básica de relacionarte socialmente.
Favorece tu crecimiento personal.
Te ayuda a conocerte mejor.
Es beneficioso para tu salud cardiovascular y agudeza mental.
Te ayuda a sobrellevar el dolor y el estrés.
Vives más tiempo, más buenos momentos y experiencias.

Hay muchos tipos de amigos, porque todas las personas tienen sus propias características e identidades cambiantes. Están los amigos íntimos o mejores amigos, los más protectores, los divertidos y sociables, los situacionales o intermitentes… Todos ellos pueden aportarte felicidad, apoyo y buenos momentos en una o varias etapas de tu vida.

¿CÓMO DETECTAR LAS AMISTADES TÓXICAS?

Sin embargo, existe un tipo de amigo tóxico, o “sanguijuela emocional”, que NO es realmente un amigo, porque existe un gran desequilibrio entre su forma y la tuya de entender la amistad. Estas actitudes y comportamientos te alertarán de si tienes alguno en tu entorno:

Sientes que no recibes nada positivo por su parte. Solo das tú en la relación.
Recibes muchas críticas por su parte que no son constructivas ni respetuosas. Esto indica que no te acepta cómo eres y, además, no le importa cómo te sientes ni empatiza ante sus palabras.
Cuando estás con esta persona, la mayor parte del tiempo te sientes mal.
Suele utilizar el reproche y/o el chantaje emocional para hacerte sentir culpable cuando no consigue de ti lo que quiere.
Te ha decepcionado varias veces y no te transmite que puedas confiar en él/ella.
En los malos momentos no sientes que te apoye. Te da consejos vacíos para pasar rápidamente a otra cosa. Su “preocupación” por ti no es sincera.
Prioriza otras actividades y relaciones antes que a ti de forma reiterada y no parece que le importe dejarte plantado.
No muestra respeto o aprecio a las demás personas que te quieren: familia, otros amigos… Más bien parece que compite con ellos.

TERMINA CON LAS RELACIONES TÓXICAS DE LA MEJOR FORMA POSIBLE

Una vez hayas desenmascarado aquellas amistades tóxicas que no te aportan nada positivo, sino más bien al contrario, te contagian negatividad, te hacen sentir culpable o avergonzarte de ti mismo, te preguntarás ¿y ahora cómo termino con esto?

Sé firme con tus ideas

1. Toma la decisión en firme. No actúes hasta que estés plenamente convencido de que lo mejor es cortar. Recuerda que sus “habilidades” de manipulación pueden hacerte vacilar y confundirte.

Quedar con la persona

2. Fija una cita con esa persona y asegúrate de tener el entorno a tu favor. Busca un ambiente tranquilo, estando sentados y en territorio neutral, del que puedas marcharte fácilmente (jamás lo hagas en tu casa).

Prepara tu discurso

3. Prepárate un pequeño esquema con tu discurso. Ten claro qué quieres decirle y cómo lo dirás. Evita la ambigüedad.

Mantente calmado

4. No dramatices. Mantén la calma, hablando despacio y con tranquilidad. Si te intimida mirarle a los ojos cuando hables, busca un punto fijo en su rostro.

Prepárate para la charla

5. Mentalízate. Tras comunicar tu decisión es probable que se dé una fase de intentos de negociación, quejas o reproches. Esta fase es necesaria para la otra persona, que tal vez no era consciente de lo que iba a pasar. Sé respetuoso y mantén el tipo, pero sin dejarte coaccionar o convencer.

Es normal, no es un trago agradable ni fácil para nadie, pero la idea fundamental es que consigas cortar la relación para terminar con tu malestar emocional, intentando a la vez minimizar los daños. Vuelve a sentir la vitalidad de las relaciones sanas, sinceras y basadas en el cariño verdadero.