CONSEJOS PARA INTEGRARSE EN UN NUEVO GRUPO

ESTE ES UN MOMENTO DE UNA IMPORTANCIA CRUCIAL EN TU VIDA

Todos hemos sido “el nuevo”, “la nueva” alguna vez. En la escuela, en la pandilla o en el trabajo, -o cuando nuestra pareja nos presenta a su familia- tenemos que pasar necesariamente por un proceso de integración.

Seguro que estas nuevas relaciones van a influir decisivamente porque pueden aportar mucho. Formar parte de distintos grupos (trabajo, familia, amigos, asociaciones, etc.) es una de las fuentes esenciales de vitalidad. Aporta conocimientos, diversión, apoyo, integración en la sociedad, desarrollo personal y, sobretodo, una gran dosis de bienestar y energía. Por ello, es importante cuidar este momento tan especial.

Está claro que el recién llegado tiene que poner de su parte, pero el grupo puede hacer que esta acogida sea más agradable y rápida.

SI ERES EL NUEVO FICHAJE

Ya sabes que la primera impresión influye mucho en la reacción de los demás. Por esto, hay que cuidar mucho este momento de aterrizaje, tanto si es una autopresentación como si vas de la mano de una persona de contacto.

A tener en cuenta cuando eres el nuevo

1. Adopta una actitud positiva, alegre y optimista. Quieras o no, vas a contagiar tu vitalidad. Muéstrate vital, dispuesto a emprender aventuras y a iniciar nuevas relaciones.
2. Activa al máximo la capacidad de observación. Es importante que conozcas cómo se comporta el grupo, cómo se relacionan entre ellos, de qué hablan, cómo hablan, cuáles son sus rituales de bienvenida y despedida, etc.
3. Cultiva la amabilidad y la generosidad. Interesarte por los demás y ofrecer tu colaboración te permitirá entrar más rápidamente en la dinámica del grupo y ganarte la confianza de las personas.
4. Enfócate en lo que te gusta y procura no insistir en las cosas que te molestan. Procura mostrar curiosidad por lo que no conoces y no lo rechaces de entrada.
5. Evita hablar mucho de ti. Especialmente al principio, es más importante escuchar que hablar. Deja que te pregunten pero no centres la conversación en ti, tus virtudes, tus problemas o tus experiencias.

SI ERES DE LOS QUE DAN LA BIENVENIDA

A tener en cuenta si das la bienvenida a alguien

Ser buen anfitrión es la idea clave.

1. Sé cordial y abierto. El lenguaje corporal dice mucho de tu predisposición a ayudar. Un buen apretón de manos, una sonrisa amplia, mirar a los ojos, un tono de voz alegre y jovial y alguna palabra amable o una broma (de buen gusto, claro) son el kit básico de bienvenida. Ser más sociable con él o ella también te hará mejorar tu vitalidad.
2. Preséntale a los demás miembros del grupo. Ayúdale a recordar nombres y dale una pista de quién es quién en la organización, en la familia o en la pandilla. Si al presentarles comentas algún tema que podrían compartir, facilitarás mucho que empiecen a conversar.
3. No fisgonees en su vida privada. Evita también la inspección ocular. Discreción y prudencia. Nadie desea sentirse interrogado. Habrá tiempo de sobra para irse conociendo. Y piensa que hay personas que no desean hablar de su vida privada
4. Interésate por sus gustos y preferencias, y haz que se sienta cómodo. Ten en cuenta, si es necesario, diferencias culturales o dificultades en el idioma. Pónselo fácil y explícale los hábitos de tu grupo o de tu sociedad.
5. Cuenta con esta persona desde el primer día para las actividades del grupo. Ya sea la hora del desayuno o de la comida, el trayecto de vuelta a casa, al celebrar un cumpleaños o al organizar un partido de fútbol.

Creer en las personas y en toda su riqueza personal y cultural nos convierte en seres abiertos y tolerantes. Integrarnos en distintos círculos nos hace sentir a la vez útiles y valorados. Recuerda: las relaciones de calidad nutren nuestra vitalidad.

En el apartado Entrena tu Vitalidad, puedes encontrar más consejos en videotutoriales y ejercicios para mejorar tu vitalidad relacionándote con tu entorno.