Encuentra la motivación para hacer ejercicio y llénate de energía

Para llevar una vida saludable y llena de vitalidad, la práctica de ejercicio es una condición esencial. Tan importante es que cuides tu alimentación y tu descanso como que te levantes cada día dispuesto a ejercitar el cuerpo. Eso te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y a reducir el estrés y la ansiedad. Y es que, cuando realizas actividad física, liberas una gran cantidad de hormonas como las endorfinas, que generan en tu organismo una sensación de bienestar. Pero como bien sabrás, encontrar la motivación para hacer ejercicio no siempre es tarea fácil.

Pese a tener claras todas estas ventajas, es bastante común que nos cueste ponernos en marcha. ¿Cuántas veces te has planteado aquello de “mañana empiezo, sin falta”? Y en ocasiones, incluso después de arrancar, el impulso te dura apenas unos días y tu continuidad se pierde por el camino. Si logras esquivar la tentación y sostener tu constancia, comprobarás que hacer el esfuerzo acaba teniendo recompensa.

Si necesitas un empujón extra para encontrar la motivación para hacer ejercicio, repasa el vídeo de nuestra entrenadora personal y coach deportiva Sara Carmona. Nuestra experta en deporte te proporcionará las claves para iniciarte en el ejercicio físico y disfrutar de ese momento del día que hará que te sientas mucho mejor.

Sacarle partido a tu vitalidad está en tu mano, y conseguir la motivación para hacer ejercicio es el primer paso. Poco a poco se acabarán las excusas y crecerá tu energía, hasta que moverte día a día forme parte de una rutina activa y saludable. ¿Quieres fijarte este objetivo y llegar a la meta de una vez por todas? ¡Pues sigue leyendo y toma nota de nuestros consejos!

5 consejos que te aportarán motivación para hacer ejercicio

1. Elige el tipo de ejercicio que más te guste

La lista de opciones para practicar ejercicio es prácticamente infinita, así que solo debes elegir “cuál es la tuya”. Y por tuya queremos decir la que más te engancha, la que te anima a levantarte del sofá y despejar tu mente después de una jornada intensa de trabajo. Además, no hace falta que te limites escogiendo solo una, ya que puedes apuntarte al gimnasio, realizar actividades al aire libre o seguir tablas de ejercicios para hacer en tu casa. En el deporte, los límites los pones tú.

2. Busca el momento del día más adecuado

Quizá conozcas a alguien que quiere llevarte a correr a primera hora de la mañana, y a ti madrugar se te hace un mundo. O puede que te suceda todo lo contrario y tu pereza salga a relucir cada tarde. No te agobies, porque no hay ninguna alternativa que funcione igual de bien para todos. El momento del día en que practiques ejercicio debes adaptarlo a tus necesidades. Así, además de conciliar la vida laboral y personal, no tendrás que preocuparte de tentaciones o excusas. Establece el horario que te sea más fácil y no tengas miedo a ajustarlo si es necesario.

3. Ve paso a paso

Si te inicias en la práctica de cualquier actividad física debes ir paso a paso y tener paciencia para progresar. ¡No pretendas estar en plena forma en dos días! Debes adaptar las rutinas a tu estado de forma y subir escalones poco a poco, incrementando tus cargas de trabajo y el tiempo de dedicación. De esa forma podrás evitar lesiones y, si mantienes tu constancia, ganarás en motivación y encontrarás los resultados deseados.

4. Visualiza los beneficios que obtendrás

Para motivarte no hay nada mejor que ser capaz de visualizar todo lo que podrás conseguir. Ten presente que, a menudo, practicar ejercicio tiene altibajos, por lo que debes ser fuerte mentalmente cuando te estanques o incluso si te toca retroceder. Aléjate de la relajación o de la presión por abandonar y piensa que lo importante es disfrutar del camino. Así, cuando llegues a la meta, valorarás lo que has conseguido y también cómo llegaste hasta allí. 

5. Recluta a compañeros de viaje

La obligación de quedar con alguien puede convertirse en la mejor motivación para hacer ejercicio. Primero te activarás por no decepcionar a la persona con la que te has comprometido, y sin darte cuenta, te habrás enganchado al deporte o actividad que practiquéis. En ocasiones puede funcionar simplemente dedicar un tiempo a ir acompañado, por ejemplo, al gimnasio. Promover tu vida social a través del ejercicio es muy recomendable, porque te permite relacionarte con gente con la que compartes inquietudes.

Si has llegado hasta aquí, ya estás un poco más cerca de alcanzar la motivación necesaria para hacer ejercicio. No es un deber ni algo que vaya a hacer que lo pases mal, sino todo lo contrario. Es tu momento para evadirte, para disfrutar y para llenarte de una reparadora energía mental y física. Regístrate en Espacio Vitalidad y encuentra todo tipo de propuestas para poder realizar ejercicio y sacarle partido a tu vitalidad.