Ejercicios de estiramiento del psoas para blindar tu core

El psoas es un músculo que nace en la zona lumbar y que abarca hasta la parte anterior del muslo. Sus funciones principales son dar estabilidad a la columna vertebral, facilitar la movilidad de la cadera y conectar el tronco con las extremidades inferiores. Si quieres mantenerte en plena forma, prevenir molestias y reforzar estas partes del cuerpo, ¡sigue leyendo! Descubre por qué los ejercicios de estiramiento del psoas son más importantes de lo que piensas y cómo pueden darle un impulso a tu vitalidad.

Aunque es posible que antes de leer sobre él, no conocieras su existencia, debes saber que el psoas es un músculo fundamental para mayores y pequeños. Dedicar unos minutos al día a trabajarlo te permitirá fortalecer tu espalda, además de asegurar el funcionamiento correcto de tus músculos abdominales, tus caderas y tus muslos. Esto no solo te ayudará en una tarea tan básica como caminar, sino que contribuirá a una mejor salud física, a un mayor rendimiento en numerosos deportes y a un menor riesgo de problemas a medida que vayas cumpliendo años.

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Existen diversas causas que pueden afectar a la integridad del psoas, y a varias de ellas les puedes poner remedio. Procura no llevar un estilo de vida sedentario, levantar peso de forma inadecuada o pasar demasiado tiempo en una mala postura. Si tienes que estar muchas horas seguidas en una silla, o si simplemente pretendes cuidarte para invertir en tu futuro, ¡toma nota! Con estos ejercicios de estiramiento del psoas, blindarás tu core y te sentirás al máximo.

5 ejercicios de estiramiento para el psoas

1. Extensión de caderas

Este es uno de los estiramientos más efectivos para el psoas. Empieza por realizar una zancada larga, adelantando, por ejemplo, tu pierna derecha y dejando la izquierda apoyada en el suelo. Después, estira la rodilla para extender totalmente la pierna de atrás, manteniendo tu pelvis lo más abajo posible y aguantando unos 30 segundos. Si necesitas equilibrarte, prueba a apoyar tus manos sobre la rodilla adelantada, que debe quedar a la misma altura del pie. Cuando termines el ejercicio, repítelo cambiando el orden de las piernas.

2. Zancada de psoas

Esta propuesta es similar a la anterior, pero tiene sus particularidades. Arranca con una zancada con la pierna derecha, pero esta vez asegúrate de tener la rodilla izquierda bien apoyada en el suelo y la espalda erguida. En esta postura, inclina tu pelvis hacia adelante, dejando la pierna izquierda atrás y tratando de acercarte hacia la derecha. De nuevo, alterna tras contar aproximadamente 30 segundos.

3. Estiramiento con silla

Una silla o un taburete pueden ayudarte a realizar este ejercicio, pero asegúrate de que sean estables. Estando de pie, levanta la pierna derecha y apóyate en la superficie de la silla, flexionando la rodilla. Mientras mantén la izquierda extendida, ligeramente flexionada hacia delante y con la planta del pie tocando el suelo. Cuenta hasta 30 e invierte el orden de las piernas.

4. Estiramiento con rodilla elevada

Existen varias maneras de realizar este estiramiento, así que presta atención y elige la que te sea más cómoda. Estando de pie y en una postura erguida, levanta una pierna, dobla la rodilla y sujeta el pie con la mano. Puedes apoyar la rodilla sobre una silla o una superficie estable, o simplemente aguantarlo con la fuerza de tu cuerpo. La clave es que tu rodilla debe quedar un poco más atrás que la vertical de tu tronco, para poder estirar bien el psoas. Aguanta medio minuto, e invierte la posición de las piernas.

5. Estiramiento en esterilla

Túmbate boca arriba sobre una esterilla y sube una pierna, flexionando la rodilla sobre tu abdomen y aguantando durante 30 segundos. Después, cambia de pierna y repite lo mismo. Cuando cojas algo de soltura, puedes complicar este ejercicio, tumbándote en la cama o sobre una camilla y dejando caer la pierna que queda extendida, o doblándola y sujetándola con el brazo contrario.

El estiramiento del psoas es una de las mejores recomendaciones para cuidar tu espalda y tus extremidades inferiores. Como has podido comprobar, unos minutos al día con una rutina de lo más sencilla serán suficientes para que funciones como una máquina bien engrasada. ¡Tu vitalidad te lo agradecerá! Para encontrar más ejercicios y rutinas de entrenamiento que te aportarán beneficios físicos y mentales, regístrate en Espacio Vitalidad.