¿Cómo mejorar tu calidad de vida y aumentar tu vitalidad?

Establecer la calidad de vida de una persona no es tarea fácil. No existe una fórmula matemática para medirla, y no siempre se pueden utilizar los mismos parámetros porque cada cual tiene sus propias prioridades. Pese a todo, sí existen ciertos rasgos comunes, que contribuyen al bienestar personal desde un punto de vista físico, emocional y material.

De entre todos los mencionados, hay un aspecto que resulta innegociable. La calidad de vida está relacionada directamente con un buen estado de salud y una vitalidad óptima. Mantener hábitos saludables es el punto de partida para alcanzar estas metas, y para asegurarte de que tu satisfacción está siempre en las cotas deseadas.

Además, existe un componente subjetivo que también acaba marcando diferencias. Para algunos se trata de disponer de tiempo libre y saber disfrutar de las aficiones. Para otros, de definir y ver cumplidos los planes vitales o mantener relaciones sociales satisfactorias. Sea una, sean dos, o sean todas, estas -y otras muchas más- son variables que también pueden actuar como indicadores de calidad de vida.

Asimismo, también existen aspectos materiales y económicos que influyen en la calidad de vida de las personas. De hecho, diversas administraciones y organizaciones, como las Naciones Unidas, han establecido referencias socioeconómicas para determinarla. En estas mediciones se tienen en cuenta el nivel de desarrollo de cada país, la esperanza de vida, el acceso a la sanidad y a la educación o los ingresos per cápita.

Como has podido comprobar, es difícil evaluar al 100% a no ser que analicemos de manera individual. Tú sí sabes cuáles son tus objetivos vitales, así que puedes trabajar para mejorar tu calidad de vida y tu vitalidad. Sigue leyendo y toma nota, ya que te hemos dejado unas nociones básicas para que te pongas en marcha cuanto antes.

5 indicadores clave de la calidad de vida

1. Buen estado físico

Un buen estado de salud es la base para una buena calidad de vida, porque nuestro cuerpo nos va a acompañar siempre. Los hábitos saludables, como la alimentación variada y equilibrada y el ejercicio, nos ayudan a mejorar nuestro bienestar físico e incrementan nuestra calidad de vida. Un aspecto directamente relacionado con este es el hecho de tener acceso a un sistema sanitario de calidad, que nos permitirá cuidar de nuestra salud y responder ante posibles contratiempos.

2. Estabilidad material

Es evidente que el dinero no lo es todo, pero la calidad de vida también está asociada a un nivel de ingresos que permita cubrir las necesidades esenciales de cualquier persona. Entre ellas se incluye, precisamente, la sanidad, pero también el acceso a una vivienda digna, a la alimentación o a la educación.

3. Relaciones saludables

El ser humano es un ser social, que necesita relacionarse activamente con los demás. Por ello, es determinante rodearse de un buen ambiente familiar y contar con un círculo de amistades sólido. Y no hace falta estar siempre rodeado de gente, sino saber que nuestros allegados estarán siempre a nuestro lado para apoyarnos. Esta calidad en las relaciones nos aporta satisfacción, y nos ayuda a sentirnos mejor a nivel mental y emocional.

4. Equilibrio emocional

Ir consolidando el resto de factores no sirve de mucho si no disponemos de equilibrio emocional. La explicación es sencilla, ya que para que todo funcione de puertas hacia afuera, necesitamos que la máquina esté bien engrasada cuando miramos a nuestro interior. Saber gestionar las emociones y potenciar la autoestima refuerza de manera decisiva nuestro bienestar.

Las emociones son una parte importante de nuestra vida, y por eso es fundamental aprender a convivir con ellas. Como sabemos que este es un mundo complejo y exigente, hemos decidido tenderte la mano y te regalamos un ebook lleno de consejos. Descárgate esta guía, empieza a aplicarlos y alcanza ese equilibrio que te llenará de vitalidad:

5. Desarrollo personal

Tener aspiraciones y marcarnos objetivos también nos aporta energía y vitalidad, ya sea en el ámbito profesional o en el personal. Crecer como personas tiene un claro reflejo en nuestra motivación y nos permite ser más felices. Además, has aspectos como disponer de tiempo libre que también suman a este indicador de nuestra calidad de vida.

Ahora ya sabes que tener una buena calidad de vida depende en gran medida de ti. Hay momentos en los que cuidarse y avanzar es más sencillo, y otros en los que deberás esperar y analizar para salir reforzado. El camino hacia el bienestar se recorre paso a paso, y lo importante es que nunca pierdas las ganas de dar el siguiente. Regístrate en Espacio Vitalidad para encontrar propuestas y consejos que te ayudarán a llevar una vida plena y saludable.