SIMPLIFICAR LA VIDA ES UNA ACTITUD 100 % VITAL

En ocasiones, te complicas la vida tú mismo y tu” yo” del presente acaba reprochando a tu “yo” del pasado los motivos por los que te has acabado viendo en mil y una situaciones que podrías haber evitado. ¿Simplificar la vida te hará más feliz? La felicidad es algo muy personal y a veces volátil. Pero seguro que simplificar la vida te hará tener más tiempo para dedicar a aquellas cosas que verdaderamente te importan y nutren tu vitalidad: tus relaciones, tus hábitos saludables, tus aficiones y tu bienestar en cuerpo y mente.

SIMPLIFICAR LA VIDA ES DEJAR DE ACUMULAR

En tu vida, en general, acumulas muchas cosas, ¿cierto? Tu agenda está llena de tareas, tu móvil lleno de mensajes y contactos, tu casa llena de objetos… Existe una tendencia general en muchas personas a lo que se conoce como horror vacui o, más sencillamente llamado, miedo al vacío. 

Este término se utiliza mucho en el mundo del arte para catalogar aquellas obras que no dejan un solo espacio vacío. Pero también es aplicable a tu tiempo. ¿Tienes un hueco en tu agenda? La tentación de llenarlo buscando algo que hacer es muy grande. Esto está muy relacionado con el concepto psicológico del miedo a “perdernos cosas”, a “perder el tiempo”.

• Detecta tus áreas de acumulación. Puede ser que en tu caso acumules relaciones, tareas, aficiones, compromisos y otras “obligaciones”, objetos, experiencias…
• Mentalízate de que un momento de tranquilidad y relajación no es equivalente a perder el tiempo. La paz mental es algo muy valioso a lo que nos cuesta dar cabida en el vertiginoso estilo de vida actual.
• Reflexiona sinceramente sobre el hecho de tener menos cosas, tareas o relaciones, pero de mejor calidad. Recuerda que el tiempo es finito y, por tanto, entre cuantas más cosas debas repartir tu tiempo, menor calidad tendrán y menor satisfacción te aportarán.

¿COMPROMISOS INNECESARIOS? SIMPLIFICA

Te proponemos que hagas un pequeño experimento:

• Haz una lista de aquellas cosas que haces de forma repetida cada cierto tiempo: cursos, quedadas, compras, citas…
• La próxima vez que las realices, apunta cuanto antes qué te han aportado realmente. ¿Te han enriquecido material o inmaterialmente? ¿Te has sentido bien haciéndolas?
• ¿Alguna de ellas te ha generado un problema? ¿Has sentido que perdías el tiempo? ¿Preferías poder evitarlas o has pensado en buscar alguna excusa para librarte? Todas ellas te quitan energía, tiempo, dinero y vitalidad. Toma conciencia y elimínalas progresivamente.

DINERO Y RESPONSABILIDAD: ¿TE COMPLICAN LA VIDA?

A veces es difícil aplicar la filosofía del “menos es más” al dinero. El dinero es un bien material que obtienes a través de sacrificar tu tiempo en un esfuerzo o un trabajo. A su vez, es necesario para comprar muchas de las cosas necesarias hoy día para vivir. 

A mayor nivel de responsabilidad, normalmente se gana más dinero. Pero también deberás invertir más tiempo y esfuerzo en cumplir con tales niveles de exigencia. Podría darse el caso de que el resultado final sea que inviertas mucho tiempo y esfuerzo en ganar una cantidad superior de dinero que en el fondo no necesitas.

Tal vez quieras reflexionar un momento sobre lo que realmente te compensa. Si adoptas tu filosofía de simplificar la vida, verás que gastas cierta cantidad de dinero en muchas cosas superfluas, sin las que realmente podrías vivir igual (o mejor):

• Objetos que compras y terminan siendo “trastos” que te obstaculizan la vida.
• Por falta de organización o previsión realizas compras pequeñas en lugar de una compra grande con la que ahorrarías más.
• Ropa que acumulas y terminas poniéndote un par de veces, con suerte.
• Comprar a crédito en ocasiones es necesario (casa, coche…), pero hacerlo habitualmente suele traer más complicaciones económicas que beneficios.

SIMPLIFICAR TU VIDA TE HARÁ MEJORAR TU VITALIDAD

Como habrás comprobado, muchas de las razones que te impiden simplificar tu vida en realidad están bajo tu control. No temas perder el tiempo, inviértelo en aquello que realmente te llena. Deja de ser esclavo de compromisos que asumes por costumbre. Piensa bien en qué quieres gastar tu tiempo, tu esfuerzo y tu dinero. Si sientes que los malgastas, toma las riendas. Es importante que te tomes tu tiempo en priorizar lo que realmente suma, organizarte y librarte de lo que resta.