Grupos de alimentos: así se clasifican

La alimentación es un pilar básico cuando hablamos de cuidar nuestra vitalidad. Dentro de un estilo de vida saludable se incluyen diversos factores, como una dieta variada y equilibrada, ejercicio regular y una buena higiene del sueño. Y cuando se trata de llevar el plato a la mesa, ¡las opciones son prácticamente infinitas! Disfruta de lo que más te gusta con un menú que mantenga tu cuerpo en un estado óptimo, aprovechando a tope los grupos de alimentos.

Los grupos de alimentos se ordenan en función del origen y los nutrientes que estos proporcionan a tu organismo. Desde sus primeras versiones, esta división pretende hacer hincapié en los dos conceptos ya mencionados. Es tan importante apostar por la variedad en nuestras comidas como mantener un equilibrio entre lo que seleccionamos. Una representación gráfica de estas ideas es la pirámide alimenticia, también muy conocida y sujeta a una evolución constante.

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En líneas generales, se recomienda controlar las reservas de energía de nuestro organismo y reforzarlo con alimentos ricos en vitaminas, minerales o fibra. Pero lo ideal es que hables de este tema con un experto. De esta manera, podrás confeccionar una dieta que se ajuste a la perfección a tus necesidades, teniendo en cuenta, entre otros, tu edad, tu sexo y tu estilo de vida. Para dar el primer paso, ¡sigue leyendo! Tanto si es la primera vez que los escuchas, como si solo necesitas refrescar tu memoria, podrás conocer al detalle los distintos grupos de alimentos.

Los 7 grupos básicos de alimentos

1. Leche y derivados

Los lácteos son alimentos muy completos, porque además de calcio también proporcionan proteínas, grasas, azúcares, vitaminas y minerales. Dependiendo de las grasas que contenga cada alimento, aportará una mayor o menor cantidad de energía. En este grupo se incluyen la leche, el queso, el yogur o la mantequilla. Su función es plástica o reparadora, porque proporcionan los nutrientes necesarios para la formación y el mantenimiento de las distintas estructuras del organismo.

2. Carnes, huevos y pescados

Los alimentos que conforman este grupo están considerados como plásticos o reparadores por su alto contenido proteico. Además, son muy diferentes entre ellos, ya que el aporte de grasas puede variar en función del tipo de alimento. Por ejemplo, la carne y los huevos contienen ácidos grasos, en cambio el pescado nos proporciona grasas poliinsaturadas y, en algunos casos, omega 3. Con este grupo, además de proteínas, también obtendremos hierro y vitaminas del grupo B.

3. Tubérculos, legumbres y frutos secos

Este grupo combina la función plástica con la energética, gracias al aporte de hidratos de carbono, proteínas y fibra de origen vegetal. Los frutos secos aportan ácidos grasos monoinsaturados, poliinsaturados y vitamina B. Si consumimos legumbres obtendremos proteínas y fibra. Y los tubérculos nos facilitarán los carbohidratos. Una combinación perfecta si el objetivo es obtener energía y mantener o reparar los tejidos de nuestro cuerpo.

4. Verduras y hortalizas

Nos aportan grandes cantidades de vitaminas, minerales, oligoelementos y fibra. Son alimentos reguladores de los procesos metabólicos, porque tienen un gran poder antioxidante. Además, contienen pocas calorías y pueden contribuir muy positivamente a nuestra salud cardiovascular. Este es uno de los grupos de alimentos que conviene tomar a diario.

5. Frutas

Cuentan con una composición e importancia similar a la del grupo anterior, puesto que su función también es reguladora. También destacan por sus azúcares como la sacarosa, fructosa y glucosa. Su aporte calórico también es bajo. Cabe remarcar que algunas frutas, como es el caso del kiwi o las naranjas, que también destacan por su aportación de fibra y vitamina C.

6. Cereales y derivados, azúcar y dulces

Su función es fundamentalmente energética, ya que se componen básicamente de hidratos de carbono y grasas. A diferencia del azúcar y los dulces, cuyo valor nutritivo es bajo, los cereales y derivados aportan fibra, y si son integrales todavía en mayor cantidad. En este grupo hay que evitar especialmente aquellos alimentos que incluyan grasas saturadas o aceites hidrogenados.

7. Grasas, aceites y mantequilla

Tal y como sucede con el grupo anterior, grasas, aceites y mantequilla deben ser consumidas con moderación por su elevado índice calórico. Estos alimentos contribuyen a hacer más lenta la digestión y, por lo tanto, a sentirnos más saciados. Su función principal es el aporte de energía. También contribuyen a la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) por parte de nuestro cuerpo, que participan en funciones tan importantes como la vista, la coagulación sanguínea o el metabolismo de nuestros huesos.

8. Bebidas

A menudo se suele incluir un grupo extra que complementa a todos los alimentos mencionados. Es el de las bebidas, con el agua como representante principal. Esta es la más recomendada a nivel nutricional, aunque también son destacados los beneficios del café, el té o las infusiones, que deben consumirse con mayor moderación. Un consejo básico es huir de los procesados, ya que aportan un extra de energía innecesario y, de nuevo, tienen un valor nutricional prácticamente nulo.

Ahora ya puedes mejorar tu dieta incluyendo los beneficios de los distintos grupos de alimentos. Combínalos a tu gusto, pero recuerda las recomendaciones de los expertos y las necesidades que dictará tu propio organismo. ¡No olvides que la variedad y el equilibrio son dos claves que no puedes dejar pasar! Regístrate en Espacio Vitalidad y encuentra multitud de consejos sobre alimentación y numerosas recetas para ponerlos en práctica.